● El Consorcio de Residuos del Maresme ha adjudicado al Centro Nacional de Energías Renovables (CENER) la ejecución de tres ensayos para evaluar tecnologías para la producción de gas de síntesis y biochar.
● La investigación se está llevando a cabo en el marco del proyecto BIOFORIN, en el que Maresme Circular participa junto con otras cinco entidades para desarrollar un modelo de gestión bioregional de los recursos forestales para su uso industrial.
Maresme Circular, la marca del Consorcio de Residuos del Maresme, ha adjudicado a la planta de gasificación de CENER (Centro Nacional de Energías Renovables) la realización de una prueba piloto para investigar la viabilidad de crear energía renovable a partir de la biomasa forestal del Parque del Montnegre y el Corredor.
En los próximos meses se realizarán tres ensayos de producción de gas de síntesis y biochar, tanto a escala de laboratorio como industrial. El gas de síntesis (syngas, en inglés), el gas renovable que se obtiene como producto principal de la gasificación, puede utilizarse como combustible alternativo al biogás y al gas natural.
De este modo, con la prueba piloto se estimará el potencial de obtención de este biocombustible a partir de diferentes tipos de biomasa y se dispondrá de distintos tipos de biochar –el carbón vegetal obtenido durante el proceso de gasificación– para estudiar diversas aplicaciones: mejora de procesos de compostaje y digestión anaerobia, filtrado y purificación del biogás, tratamiento de efluentes acuosos o mejora de los suelos agrícolas de la comarca del Maresme.
Una investigación enmarcada en el proyecto BIOFORIN
La investigación se está desarrollando en el marco del proyecto BIOFORIN, una iniciativa que involucra a todos los actores de la cadena de valor forestal con el objetivo de crear una gestión forestal sostenible, fomentando el uso industrial de la biomasa disponible y generando productos de alto valor añadido.
El abandono rural de las últimas décadas, junto con los impactos del cambio climático (sequía, plagas forestales e incendios), está generando una elevada vulnerabilidad en los bosques mediterráneos y amenaza la provisión de servicios ecosistémicos de gran valor para la población de estas zonas, que al mismo tiempo está expuesta a un alto riesgo de incendios de gran intensidad.
En este contexto, el Clúster de Bioenergía de Cataluña, el Centro Tecnológico Eurecat, la Federación Catalana de Asociaciones de Propietarios Forestales (BOSCAT), la Asociación de Propietarios del Montnegre y Corredor, el Consorcio de Residuos del Vallès Oriental y Maresme Circular han unido esfuerzos para impulsar una bioeconomía circular en el ámbito forestal.
Triple objetivo de la prueba piloto
Esta prueba piloto tiene un triple objetivo. En primer lugar, estudiar la viabilidad técnica de dar un nuevo valor energético a la biomasa forestal, compuesta principalmente por hojas y corteza de pino blanco procedentes de las actividades de gestión, protección y mejora de los ecosistemas del Parque del Montnegre y el Corredor.
En segundo lugar, analizar la posibilidad de valorizar la biomasa municipal, es decir, el bioestabilizado que se obtiene del tratamiento de la materia orgánica procedente de la fracción resto de los residuos municipales tratados en el Centro Integral de Valorización de Residuos del Maresme.
Finalmente, se busca estudiar el potencial de aprovechamiento del biochar obtenido durante el proceso de gasificación.
De este modo, la unidad de gasificación ubicada en el BIO2C (Centro de Biorrefinería y Bioenergía) de CENER realizará tres ensayos con tres mezclas diferentes de biomasa forestal y biomasa municipal.
Fomentar la bioeconomía regional y la resiliencia climática
El objetivo final de esta investigación es transformar la biomasa forestal, un producto que actualmente tiene poco valor, en una fuente de energía sostenible, al mismo tiempo que se fomenta la generación de nuevos bioproductos con aplicaciones innovadoras. Así, se avanza hacia un modelo de gestión más sostenible, resiliente y circular de las masas forestales del territorio.
La prueba piloto, con un presupuesto adjudicado de 316.440 euros (sin IVA), ha recibido un apoyo del 95% mediante la subvención concedida por la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), que cuenta con financiación de la Unión Europea – NextGenerationEU.